lunes, 12 de septiembre de 2016

DANI, EL OCTAVO... ¿PASAJERO?

                  


   Lo sucedido este fin de semana en el Circuito de Misano SIC 58 con motivo del Gran Premio de San Marino y la Riviera de Rimini, y dentro de la categoría de Moto GP, ha sido algo tremendamente esperado por muchos aficionados a esta especialidad. Y es que el bueno de Pedrosa sigue teniendo ese ángel que todo piloto “supercrack” de la categoría lleva dentro de su ADN. Por mucho que hayán tenido que pasar 13 carreras sin ganar desde el último G.P. de Malaysia de 2015, para muchos continúa siendo el Cuarto Magnifico de los hombres de la cabeza de la categoría reina -aunque ahora sean 5 o 6 con Mack y Iannone-, y muchos son los que pensaban (pensábamos) que continuaría ganando carreras. Aunque dado el desarrollo de la actual campaña del menudo piloto de Repsol Honda, la cosa pintara de un color un tanto gris para conseguir semejante hazaña; yo soy el primer sorprendido al ver el carrerón que se sacaba de la manga Dani como si se tratara del mejor de los ilusionistas.

   Una carrera que ha dejado sorprendidos a muchos. Incluidos los propios pilotos de la cabeza cuando vieron con asombro el ritmo tan infernal que iba marcando vuelta tras vuelta, sin dar oportunidad a que pudieran pegarse a rueda ninguno de los que quedaron a su zaga... un buen dato para redondear una jornada inolvidable, sería dejar el giro más rápido dado hasta ahora en la categoría, marcando un crono de 1'32.979. 

   Pero no todo han sido flores o elogios en este, casi año, de sequía triunfante. A buen seguro que muchos de los que vomitaron sus críticas más feroces en este periodo, hoy se cuelgan medallas de reconocimiento a su talento -muchos son los que saben que lo tiene-. Sobre todo en las redes sociales, y más concretamente en Twitter, han vuelto a salir voces marcando esa falta de rigor y reconocimiento al valor y, sobre todo, el respeto al trabajo de unos profesionales que se juegan el pellejo cada fin de semana de G. P. dando lo que pueden en condiciones muy dispares. Quién se permite el lujo de poner veto a una labor que requiere un esfuerzo tan grande, es posible que luego sean igual de rigurosos con su trabajo o su conducta diaria (ironía).


   Pero yo tampoco me voy a colgar medalla alguna. Ya lo manifiesto de manera clara cuando digo que no me esperaba esa impresionante carrera y esa actitud de Dani en pista; es cierto que de un tiempo a esta parte, estaba volviendo a mostrar otra actitud y dejaba ver pequeñas muestras de un genio que nunca debió arrinconar. Pero lo que si me ha gustado ser siempre es respetuoso y le he dado en todo momento el valor que se merece como piloto, aún en los peores momentos. Es innegable que un piloto con 3 mundiales, 3 subcampeonatos de Moto GP y tres terceras posiciones finales, no es ningún botarate al que se le haya olvidado ir rápido en una moto; viendo su físico en persona, no te explicas de dónde saca esa capacidad para pilotar una moto con una potencia tan descomunal, y la manera tan fácil que tiene para realizar esos continuos cambios de trayectoria con una montura que se encuentra claramente fuera de talla. Baches se tienen en la vida a cientos, pero solo los mejores y más inteligentes saben salir airosos de los peores… ¿o no?  

   Y es que ahora la pregunta que se hace todo el mundo viendo la proeza del fin de semana, es si Pedrosa conseguirá por fin romper con esa sequía triunfadora y dejará verse por la cabeza de manera continuada y regular… ¿O será pasajero… ? Veamos:

   Acostumbrado a visitar el pódium entre 8 y 13 veces a lo largo de una temporada (2012 la mejor con 15 podiums) desde que comenzara en Moto GP haya por el año 2006, en lo que llevamos de temporada solo ha podido subir en tres ocasiones al cajón, incluyendo su magnífica última victoria. Un bagaje más que paupérrimo para un piloto de la talla -no digo física- de Dani Pedrosa. Pero es cierto que es un año de cambios; con los neumáticos –muchos problemas con el delantero- y centralita única (para todos) y de técnico, con la llegada de Ramón Aurin; Alberto Puig en unas declaraciones en tv, aseguraba que “Dani tendría que dejarse de tanto cambio de técnico y centrarse más en pilotar su moto… “ en referencia al supuesto de un nuevo cambio para la próxima temporada y que este fin de semana se ha hecho oficial en la persona de Giacomo Guidotti. De alguna manera no le falta razón, ya que una de las cosas que más crea inseguridad y altera la concentración de un piloto, son los continuos cambios sin dar tiempo a madurar la opción escogida.

   Pero también al comienzo de la temporada, sucedió algo que no se había dado hasta el momento en el certamen y fue el prematuro movimiento de fichajes que se empezó a agitar extremadamente temprano, viéndose involucrado también dentro de esta madeja especulativa el propio Dani. Una postura que finalmente dejaría del todo clara, al reafirmar esa continuidad por dos años más con su equipo de toda la vida en la categoría, para asombro de creadores de titulares con poco rigor periodístico; las prisas por ser el primero en dar la exclusiva tiene sus riesgos.

   Unos pocos suman muchos y, tampoco podía faltar dentro de la suma de catastróficas desdichas dentro de esta temporada: la moto.

   La más importante sin lugar a dudas. Y es que la falta de aceleración mostrada por la Honda en relación a sus rivales directas, Yamaha y Ducati, ha sido más que evidente a lo largo de todo el campeonato. Tan solo la templanza y regularidad, con buenas dosis de un trabajo impoluto en pista, exhibida por Marc Marquez, han sabido salvar una posición en la tabla que no se ciñe al rendimiento real de la marca del ala dorada durante este periodo. Si también sumamos las quejas referidas en multitud de ocasiones por el propio Dani, mostrando su descontento por no haber contado la fábrica con él para el desarrollo de la moto de este año y dejando entrever que está hecha a la medida de Marc, tenemos un factor desestabilizante más.

   Tantos factores en contra hacen ver un lógico bajo rendimiento del piloto, necesitado siempre de ese resultado positivo para que sirva del acicate necesario para salir a flote. Esta victoria ha de ser el revulsivo que necesitaba Pedrosa para poder seguir en esa línea de cabeza, lugar natural para un piloto de su calidad y trayectoria. El efecto placebo que supone conseguir una victoria puede llegar a ser determinante para que Dani por fin deje atrás una de sus peores temporadas –las peores han sido las de sus lesiones- en lo que a motivación y resultados en Moto GP se refiere. 

   Solo depende de sus ganas para ser “pasajero” al pódium y no pasar a ser un pódium "pasajero… " la capacidad está más que demostrada.




Miguel Ángel Eguía.

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