jueves, 6 de julio de 2017

SACHSENRING: EL PASILLO DE SU CASA.

  


 Que Sachsenring es uno de los circuitos favoritos de Marc Márquez no cabe ninguna duda. Lo avalan sus ocho victorias consecutivas desde 2010 en todas y cada una de las categorías por las que ha pasado el bravo piloto de Honda. Una en 125, dos en Moto 2 y cinco en la categoría de Moto GP. Una cifra nada despreciable que dice mucho sobre esa comunión del piloto con las curiosas particularidades del circuito alemán. Los 3,7 kilómetros le convierten en el más corto de todo el campeonato con un total de 13 curvas en todo su recorrido. Para mí no hay otro más bello y apasionante en el mundial; chiquito pero matón.

   Lo que le hace ser tan llamativo y extraordinario a este circuito tan ‘ratonero’, es que tan sólo tres de esas curvas sean a derechas y el resto tengan que inclinar la moto al lado izquierdo. Una particularidad que le posiciona como el favorito de aquellos pilotos que se encuentran a gusto abordando virajes de este modo. En particular los especialistas en óvalos de dirt track donde se corre en sentido anti horario y donde acostumbran a forzar el tren trasero de su motocicleta a base de dar gas y marcarse largas derrapadas.

SACHSENRING ES UNA PISTA UN POCO EXTRAÑA, CORTA Y ESTRECHA, PERO ME GUSTA MUCHO... "

   Uno de los pilotos que se encontraba en este circuito como en su propia casa fue el malogrado Nicky Hayden, que no dudaba en reconocer que la pista le recordaba a su querido trazado de Laguna Seca. Cuatro terceras plazas, una pole y un quinto puesto en su época dorada en Moto GP, entre el 2003 y 2007, son el bagaje más llamativo del americano en este trazado… “Sachsenring es una pista un poco extraña, corta y estrecha, pero me gusta mucho. El tiempo por vuelta es el más corto del Campeonato junto con Laguna Seca, lo que hace que la carrera se haga muy larga, siempre inclinados sobre el flanco izquierdo del neumático. Las curvas son casi todas en esa dirección y me encuentro muy a gusto (…) la segunda es mucho más rápida, especialmente la sección que llamamos “Waterfall”, ¡una curva ciega de quinta en bajada! Es una de las más excitantes del Campeonato”, declaraba el de Kentucky en una de sus muchas participaciones en Alemania, el cual siempre ha manifestado abiertamente tener una cierta predilección por esta pista. Piloto acostumbrado a motos mucho más pesadas que las MotoGP por venir de un campeonato como el Moto América de SBK y aquellos comienzos en las pistas de dirt track, hacían que sus derrapadas fueran una constante al entrar o salir de los virajes, inclinado la moto siempre hacia el interior de la curva e intentando bajar su centro de gravedad pegado al lateral del depósito. Toda una técnica que durante años ha servido para dejarnos grandes instantáneas del piloto estadounidense en el asfalto bávaro.

   Las mismas que en la actualidad nos brinda Marc Márquez con ese estilo tan propio, que este mismo fin de semana ha querido precisamente dedicar su octava victoria en la novena cita de la temporada a su “amigo” …“Quiero dedicar esta victoria a Nicky (Hayden) y a su familia. Me lo había prometido a mí mismo después de su accidente, porque juntos tuvimos algunos momentos muy buenos y era un amigo.” Un agradecido y exultante Marc que vuelve a dar este año muestras de ser el piloto más capacitado de los 23 de parrilla para llevarse el mundial de Moto GP más apretado de todos los tiempos. No deja de sorprender cómo es capaz de adaptarse a circunstancias tan dispares y saber recomponer lo que al comienzo parece perdido. Gran Talento y talante positivo, unido a un grupo excepcional de personas que forman el mejor de los equipos de trabajo para dar a Marc ese ambiente de tranquilidad.

   Y no ha podido llegar en mejor momento; ecuador del campeonato y parón veraniego con un mes por delante donde, hasta la próxima cita del G.P. de la Republica Checa en el Circuito de Brno los días 4, 5 y 6 de agosto, Márquez disfrutará de un sereno periodo sabedor de que ahora se encuentra primero en la clasificación del campeonato con 129 puntos, a cinco de ventaja sobre Maverick, seis sobre Dovicioso y a diez de Rossi. No parece mucho si lo comparamos con el año anterior, donde el de Cervera salía de la misma cita con 170 puntos y 48 de ventaja con respecto a Jorge Lorenzo. Pero viendo como se están desarrollando los acontecimientos desde el comienzo de la contienda, como para despreciar esa zona de confort tan privilegiada.

            EL MUNDIAL DE LA REGULARIDAD.


   Y es que en tan sólo nueve carreras ha habido hasta cuatro pilotos liderando la tabla, donde Marc se ha estado moviendo entre la tercera y cuarta posición -en la caída de Argentina se situó octavo-, donde su mayor diferencia con respecto a la cabeza ha llegado a ser de 37 puntos… Bastante regular si tenemos en cuenta los dos ceros que atesora a estas alturas de las citas de Argentina y Francia. No hay duda, o por lo menos yo no la tengo, que el bravo piloto de Honda continúa otro año con las opciones intactas para hacerse con su sexta corona mundialista… Bueno con opciones se encuentra hasta Pedrosa, si tenemos en cuenta que aparece a 26 puntos de la cabeza siendo quinto de la tabla. Pero me refiero a esa capacidad que le hace ser cada vez más consistente en su pilotaje y su manera de pensar dentro de la pista, donde ya el pasado año cambió ese modo ‘todo o nada’ marca de la casa para pasar a ser un piloto regular/cerebral y menos inconformista/visceral. De ello no tienen duda ni sus mismos adversarios en la categoría, entre los que se encuentra el siempre mordaz piloto de Coventry Cal Crutchlow, el cual declaraba al final de la prueba que “en carrera (Márquez) jugó con ellos, igual que lo hizo con Maverick el sábado, que se puso a su lado y le recriminó lo que acababa de hacer. A Marc le encanta eso, le divierte. Si llevas a cabo juegos mentales con Márquez sabes que no te saldrá bien. Es él quien juega contigo”, para terminar rematando, “El actual líder es el mejor piloto de todos. Será él quien ganará este Mundial…“  Yo opino lo mismo y lo pensaba al comienzo de la temporada. Otra cosa es que al final pueda conseguir una nueva placa para colocar en la Torre de los Campeones.


   Si lo consigue, habrá sobrevivido a una temporada de conspiraciones partidistas, michelines precarios y una montura que no se encuentra ni por asomo al nivel de su piloto estrella. Esperemos que en ese camino a la gloria pueda cruzarse otro trazado del que poder sentirse como en el pasillo de su casa.


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   Miguel A. Eguía.

   @eguíaonroad