jueves, 2 de marzo de 2023

QUO VADIS MOTO GP?

 


   Me encuentro leyendo uno de esos magníficos y apasionantes relatos que Dennis Noyes acostumbraba a plasmar en una de sus innumerables columnas a las que titulaba “Cinta Americana”. Las fue dejando durante su larga trayectoria como periodista del medio escrito en revistas del sector, y que hace no mucho decidió publicar en un acertado libro que lleva su mismo nombre. “Volando por el tiempo”, hace referencia a ese inevitable cambio que debido al paso de los años experimenta un campeonato mundial como es el de velocidad en su transición al nuevo reglamento de los motores 4T; Incluyendo algún que otro relato con esa habilidad suya para “irse por las ramas”, como bien le gusta confesar, y que son sello inconfundible de sus narraciones…  «El Mundial de 2003 ya es totalmente diferente al Mundial de hace seis años. El bramar de las “cuatro tiempos” de 990cc es ensordecedor (al nivel de las antiguas MV Agusta), tanto que Rossi ha pedido a Honda que no le quiten los silenciosos de su RC211V. “La he probado con escapes libres y el ruido no me ha dejado concentrarme.” En otoño de 1998 Rossi solo tenía un título de 125cc y Wayne Rainey, cinco años después del accidente en Misano que acabó con su carrera deportiva, ya había terminado su última temporada como director del equipo oficial Yamaha. Fue el final de una era…» La muerte de una era y el comienzo de otra.  

 

   Como cada año, los aficionados y amantes de este deporte, contamos los días que restan (algunos al detalle) con extraordinaria impaciencia para que dé comienzo uno de los certámenes más apasionantes y esperados dentro de la escena motociclista internacional: el Campeonato del Mundo de MotoGP. Y nos preguntamos, como cada año, si será tan emocionante y disputado, si los protagonistas pasaran ahora a ser actores de reparto, o por el contrario claros candidatos a revalidar uno de los títulos más codiciados al que un piloto de la máxima competición puede aspirar. Aunque es una realidad que la categoría de Moto GP cada año va perdiendo adeptos, muchos son los factores que se suman a esta ecuación y contribuyen al creciente abandono de su seguimiento por parte del aficionado, pero pienso que la causa principal no es otra que la del seguimiento de la competición por canales de pago. Las tarifas mensuales se han triplicado desde que la actual empresa encargada de su difusión se quedara con los derechos para la emisión de este evento allá por el año 2019. Esto ha calado hondo en el propio aficionado, y muchos son los que han hecho visible en las redes su profundo enfado y su negativa a seguir pasando por el embudo de la compañía audiovisual sin otra alternativa posible que darse de baja como suscriptores. No es la única, y a buen seguro que la escalada tecnológica que se ha venido produciendo en las motos estos últimos años, dando un mayor protagonismo a dispositivos aerodinámicos como alerones o ‘holeshot’ de salida aplicados como parte dinámica importante, donde cada vez la máquina adquiere un mayor protagonismo en detrimento de las habilidades puras del piloto, lo que hace no elevar ni un ápice el interés y mucho menos su atractivo.

   Es el inevitable cambio de ciclo al que Noyes hace referencia. Y a este se suma el propio carisma de pilotos clave que marcaron toda una época y transformaron el estilo de la competición en la mayoría de los casos. Nombres ilustres como Kenny Roberts, quien supo liderar un nuevo y marcado estilo de pilotaje para la Categoría Reina de los 500cc basado en el arte del derrapaje. Pionero de grandes campeones y alumnos aventajados que le siguieron, como Rainey, Lawson, Swantz, Mamola, Gardner, Doohan… y tantos otros que hicieron del método la única vía posible para ser competitivos en una categoría donde saber domar la caballería libre de sus motores era esencial. Fue a partir del 2002 cuando Dorna decide dar un giro en su reglamento técnico para sustituir los motores de ciclo dos tiempos y 500cc por los de 990cc y cuatro tiempos. La excusa perfecta vendría abalada por una normativa anticontaminante poco transigente con estos motores bebedores de aceite, pero que sin duda supondría pasar a tener una mayor implicación de fabricantes del sector y a la vez abrir el abanico de posibles pilotos candidatos a la victoria debido a un mayor control de la potencia. Todo ello gracias a la inclusión de la electrónica en la gestión de esa potencia pura y poco destilada de sus anteriores mecánicas. Aquella ‘revolución’ del 2002 trajo consigo una actualización del reglamento en 2014 donde se implantaría como norma la obligatoriedad de instalar una centralita única para todos los motores suministrada por el organizador. A diferencia de aquella, que supuso acercar a la categoría una manifiesta igualdad técnica en las monturas, la nueva era, donde se permite esta absurda escalada aerodinámica, no hace sino alejar mucho más esa homogeneidad de la que se venía disfrutando tiempo atrás.

   Otro punto de vista a tener muy en cuenta y que juega una baza importante en el propio desinterés del certamen, es la ausencia de grandes estrellas que animen las carreras con sus extraordinarias luchas en pista. Nombres ilustres que no quedan lejanos, como los de Stoner, Pedrosa, Lorenzo… además de las propias figuras mediáticas de peso como Valentino Rossi que dejan un gran vacío en los circuitos, o incluso en las audiencias de muchos aficionados poco afines al motociclismo puro. No digo que los de ahora no lo sean… Seguro que con el tiempo se irán creando un nombre y un carácter ganador que les hará consolidarse con esa imagen de líder indiscutible. Son etapas; cambios de ciclo que necesitan una adaptación.

   Lo mejor de lo malo conocido de esta nueva temporada a la que le queda menos de un mes para comenzar, es que podremos contar de nuevo con la figura del que para mí es uno de los mejores pilotos que ha dado el motociclismo. Un Marc Márquez al que esperamos verle ya recuperado después de pasar por la travesía más dura desde que comenzó su carrera como profesional, y que le ha llevado a estar dos temporadas entre el dique seco y toda una travesía de avatares. Obligado a visitar el quirófano por cuarta vez para recomponer su maltrecho brazo derecho después de la fatal caída de Jerez 2020, a Marc no le quedó otro remedio que entonar el ahora o nunca como deja bien a las claras en su reciente documental All In donde reconoce encontrarse mucho más maduro y preparado para dar guerra en la pista a poco que Honda le de las armas precisas para poder revalidar su noveno título. Y es con ellos con los que esta demostrando una firme determinación a la hora de exigirles que pongan la parte que les corresponde, consciente de ser el indicado para llevarles de nuevo por la senda de la victoria y devolverles el protagonismo que necesitan como marca en este mundial. Los pasados test de Sepang han sido todo un reflejo de lo que digo y Honda sabe que ahora la pelota está (más que nunca) en su tejado y los próximos test de Portimao el 11 y 12 de marzo será la última oportunidad que tengan antes de que dé comienzo en ese mismo escenario una nueva temporada.       


Miguel Ángel Eguía.

@eguiaonroad