Las tres carreras que han servido de umbral al
epílogo de la temporada, nos dejan un mundial finiquitado en dos de las
categorías que nos quedaban después de que, Brad Binder, se adjudicara el
Mundial de Moto 3 en el G.P. de Aragón a falta de cuatro carreras. Esto nos
deja prácticamente sin emoción la última prueba a celebrar en Cheste este mismo
fin de semana. Las tres han dado juego de manera individual; dos de las tres
han servido para conocer el ganador en M2 y MGP. Pero las tres nos han parecido
una sola por su horario de emisión y lo cortas que se han hecho. Seguro que a
los pilotos no tanto.
MARQUEZ RELOADED
Llegados a ese punto del
día, quizá era la mejor pregunta que Ernest Rivera podría formular a Marc
después de tanta entrevista para los diferentes medios y tras la finalización
del Gran Premio de Japón en Motegi. “De todas las cosas que has ido repitiendo
a lo largo de la tarde, ¿cuál dirías tú que es la gran verdad?” “La presión que
hemos gestionado este año. No había sentido nunca tanta presión… quizá no sabía
lo que era la presión verdadera (…)”. Respondía sin titubeos un radiante
Marquez tras saberse poseedor de su quinto título de Campeón del Mundo y
tercero de la siempre difícil categoría de Moto GP.
Oyendo las palabras de
Marc, me doy cuenta del gran escollo al que ha tenido que enfrentarse esta
temporada para alzarse con este título. Seguro que uno de los más complicados
en su corta y provechosa carrera. Quién lo diría viendo que le han sobrado tres
carreras; nada que ver a la anterior temporada. Pero sólo él sabe lo que ha
tenido que luchar para poder dar la vuelta a un campeonato que el año pasado se
le atravesó de principio a fin, y de qué manera; las dos carreras siguientes
que completaron la gira asiática han terminado por confirmar que ha sido un gran
acierto sentenciar el partido en la primera bola que se le ha presentado. Sobre
todo después de ver esa caída en uno de sus circuitos favoritos: Philip Island.
Un circuito muy crítico con los neumáticos las dos últimas temporadas y que el
año del cambio a Michelín no iba a dejar de ser menos. Y más después de un fin
de semana con un clima frío y cambiante que dejó ‘helado’ a más de uno. Como
alguien dijo alguna vez, “trabajo deprisa para vivir despacio”.
Un Marquez ‘malacostumbrado’ que ha conseguido
reinventarse. Que ha aprendido a cerrar los oídos (y odios) a todo lo que no le
aporte algo positivo en lo deportivo. Se ha recargado de esa energía vital que
le ha hecho avanzar hasta en los momentos más difíciles. Como si los japoneses
le hubieran instruido en el “KI”, arte
espiritual conocido como el “flujo vital de energía” y del cual afirman que el
ser humano puede llegar a manipular esta energía utilizando diversos métodos: “incrementándola,
acumulándola, distribuyéndola por todo el cuerpo o usándola de manera
concentrada como instrumento de salud y equilibrio”; sin duda esta última la
más utilizada por Marc. Y por supuesto y no menos importante, haberse rodeado
del mejor equipo de profesionales y consejeros que han creado el ambiente
idóneo para que todo esto fuera posible. El buen ambiente ayuda y de qué
manera.
La difícil temporada de
adaptación por la que han tenido que pasar todos los integrantes de la
categoría reina este año, con cambios en el reglamento técnico y el nuevo proveedor
de neumáticos Michelín, ha permitido comprobar hasta qué punto ha sido
necesaria una regularidad en todas y cada una de las carreras y mantenerse firme
hasta cruzar la línea de meta y, ha sido en este aspecto concreto, donde el
piloto de Honda se ha comportado como un auténtico superviviente. Ha logrado
puntuar en todas y cada una de las carreras celebradas hasta el momento, si
exceptuamos la de Philip Island, que no deja de tener su merito si echamos un
vistazo al casillero de sus más directos rivales –hasta cuatro ceros acumulados
por Rossi y tres por Lorenzo- y el propio de Marc en sus anteriores
participaciones, donde se llevo la palma en 2015 llegando a acumular hasta seis
roscos. No se puede adjetivar más la trayectoria de este fenómeno. Quién le iba
a decir en sus comienzos allá por el mundial 2008 con 15 añitos y sin ninguna
participación como ‘wild card’ hasta ese momento, que ocho años después iba a
tener cinco coronas y nada menos que tres en la categoría máxima.
UNA MINI GIRA
SIEMPRE ESPECIAL.
Pero si tuviésemos que
hacer números de esta mini gira asiática que siempre resulta interesante, la
lectura estadística que deja la categoría de Moto GP es cuanto menos llamativa.
De los 75 puntos en juego, el piloto que sale como claro vencedor en la tabla
es el flamante ganador del G.P. de Malaysia Andrea Dovicioso, que con 58
(curioso numero) puntos conseguidos se coloca en primera posición, seguido por
Maverick con 42 y de Valentino Rossi con 40. Cal Crutchlow sería el primero de
los apeados del cajón con 36, por delante de Marc en la quinta con 30. Hasta
Pol Espargaro –en sexta- adelantaría a un devaluado Lorenzo que en la última de
Sepang pudo salvar con un pódium una mini gira de lo más irregular.
Barbera, el otro piloto
noticia al comienzo del periplo asiático por la curiosidad que despertaba verle
en faena con una Ducati oficial, y de la que muchos pensaban que era merecedor
por esas buenas sensaciones mostradas desde que diera comienzo la temporada,
acabaría seguramente maldiciendo la oportunidad brindada por la casa de Borgo
Panigale para llevar la moto perteneciente, al ausente por lesión, Andrea
Iannone. Que de tres carreras consigas 13 puntos –cuarto en Malaysia- y sea
gracias a la privada del Avintia, permite hacer más creíble la máxima de que
“todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Soy de los que piensan que,
a veces, contar con lo mejor no siempre te hace mejorar. El no ser un piloto
favorito para copar los puestos de cabeza, te hace pasar más inadvertido y puedes
trabajar con mucha más tranquilidad; la gestión de la presión siempre es virtud
reservada a los ‘supercracks’. No digo que Barberá no sea un buen piloto, pero
no creo que esté al nivel de los fantásticos de cabeza, ni aunque comenzara la
temporada con una pata negra. Y si no, pongamos como ejemplo al mismisimo
Dovizioso cuando dio su paso a Moto G.P. enclavado en el equipo Scot con Honda,
donde en 2008 consiguió mas que una meritoria 5ª plaza. Muchos eran los que
decían que merecía estar en el equipo oficial con moto pata negra. Pues bien, el
año siguiente se convierte en compañero de Dani Pedrosa no consiguiendo pasar
del 6º lugar y con 14 puntos menos. “Dicen que la historia se repite, lo cierto
es que sus lecciones no se aprovechan”.
De más que meritoria
podríamos catalogar la mini gira de Álvaro Bautista que ha conseguido 22 puntos
fruto de dos séptimas posiciones y una duodécima. La mejor tripleta conseguida
esta temporada por él y por su compañero Bradl, al que le lleva ya una ventaja
en la tabla de 16 puntos. Es posible que el año que viene le veamos sufrir
bastante menos con la Ducati del equipo Aspar que con el botijo de la fábrica
de Noale. Que se vayan preparando Aleix Espargaró y Sam Lowes para ser cola de
león. Y aún así, dando gracias… ser piloto de Moto G.P. es la meta de muchos
pilotos jóvenes y cada vez está mucho más complicado hacerse digno poseedor de
un manillar.
UN FRANCES
DE RECORDS.
Voy a confesar que lo
conseguido por Johann Zarco esta temporada después de alzarse con ese segundo
Mundial de Moto 2 me ha sorprendido bastante. No por ser el primero en
conseguirlo desde que la especialidad comenzara su andadura en 2010, sino por
el inconveniente que implica hacerlo en una de las categorías más igualadas del
mundial, y donde cada año entraña una dificultad añadida hacerse con el titulo si
eres veterano, ya que la savia nueva fluye de manera generosa al comienzo de
cada temporada procedente de ese vivero interminable y acuciante que es Moto 3.
Recuerdo su primera
participación en 2012 con esa TSR
camuflada de MOTOBI en el equipo JiR. Claramente una de las peores y única
de parrilla, batalló como un auténtico bárbaro dejándose asomar casi siempre
por las inmediaciones del segundo grupo, y consiguiendo un cuarto como mejor
clasificación de ese año en el G.P. de Portugal. Su evolución posterior, los
dos años siguientes y ya con Suter, fue gradual y ascendente hasta hacerse en
2015 con ese primer título. Un título impecable que fue mucho más duro que este
de 2016, al pelearlo con un correoso Tito Rabat y un Alex Rins mucho más
inspirado que la temporada en curso. No es por quitarle mérito y hay que
reconocer su determinación en los momentos clave, como en la última carrera de
Malaysia donde consiguió prueba y mundial, pero el demerito de Rins este año ha
sido decisivo en la obtención de su nueva corona. Aún así nada que objetar. Se
lo merece y espero que de juego la próxima temporada en Moto G.P.
El mundial llega a su fin
este mismo fin –valga la redundancia- de semana. Todo llega. ¡A mi desde luego
se me ha hecho corto... ! La temporada 2017 comienza a principio de semana con los
entrenamientos pre temporada de MGP y seguro que nos proporcionará un año, como mínimo, igual de interesante que éste.
Miguel A. Eguía.