martes, 12 de marzo de 2019

CATARÍ QUE TE VI… ¡SI ESTE GP YA LO VIVÍ!

    

   
   Un año más da comienzo el espectáculo. Un tiempo de espera que se ha hecho largo pero, lo que está por llegar, a buen seguro que compensará con creces cualquier demora por tediosa o prolongada que esta se haya hecho.
   Es probable que pueda parecer, a tenor de lo acontecido en este arranque de temporada, que no hay nada nuevo bajo el sol… O dicho de otro modo, que todo vuelve a suceder de nuevo bajo los luminosos del Circuito de Losail en Qatar (para mí el GP menos vistoso).

   Y de algún modo algo hay de cierto, porque la carrera vivida en la categoría de Moto GP fue calificada por muchos como un déjá vu; el día de la marmota; un guión con final predecible… tan solo 27 milésimas eran las que separaban a Márquez de Dovicioso cuando este entraba en meta en 2018 y, con apenas 4 menos, el italiano lograba este año alzarse con una victoria que iba a resultar un calco de la anterior. Incluso el tiempo total de carrera (42’36.902), fue prácticamente clonado por Dovi en poco más de dos milésimas. Un nuevo final de infarto protagonizado por los dos hombres más en forma de la categoría en la actualidad.
   Es de agradecer el empeño que ponen ambos en no dar su brazo a torcer, y esa actitud es la que convierte este campeonato en una de las mejores series de suspense donde el espectador queda enganchado a la espera de una nueva temporada. Esa misma actitud es la que contagian al resto de pilotos de la parrilla haciendo que el número de actores en la pelea, por lo menos durante gran parte de la carrera, crezca en número.

   Como hay que reconocer ese pundonor, esa casta y las ganas que siempre pone Marc en todos los circuitos aunque no le sean favorables. Nunca da por perdida una carrera y siempre tiene que intentarlo, como él mismo declaraba al finalizar la carrera.    

   Pero antes de que los focos en Losail apagaran los ecos de tan reñida victoria hasta la misma línea de meta, se informaba sobre el hecho de que las fábricas presentes en la categoría reina, habían apelado al alto comisionado de Dorna por denunciar elementos aerodinámicos dentro del seno del equipo Ducati no conformes con el reglamento técnico. Después de analizada y discutida, dicha denuncia fue rechazada. Ahora la pelota se encuentra en la Corte de Apelación de la FIM, que debe fallar sobre dicha denuncia y, de este modo, la victoria del italiano queda en suspenso a la espera del resultado. Una nueva manera de actuar por parte de Dorna, ya que este tipo de situaciones antes se resolvían de puertas para adentro sin necesidad de apelar al máximo organismo federativo. Esperemos que este modo de proceder tan novedoso, no se convierta a partir de ahora en una práctica habitual en cada final de G.P. por el bien del espectáculo.   

   Lo que sí que ha resultado novedoso en este comienzo espectacular, es el magnífico rendimiento de los “Young Boys” del Suzuki ECSTAR, que se dejaron ver en la cabeza durante gran parte de la prueba. Alex Rins, al que poco le falto para pisar cajón, parece estar preparado para asumir esa candidatura al título y la Suzuki se muestra como la herramienta necesaria para entrar en juego. Tanto Marc como Dovi elogiaban el rapidísimo paso por curva del español, lo que hace pensar en una excelente parte ciclo como complemento indispensable en el desarrollo de la nueva montura de Hamamatsu; dicho detalle surgió a tenor de lo observado en carrera por ambos pilotos.

   Sin olvidar a Joan Mir, que a buen seguro disfrutó como un enano cerca de tanta vaca sagrada de la categoría reina, y que finalmente concluiría en una octava posición muy batallada y a poco más de 5” del primero; es impresionante verle evolucionar con la Moto GP y ese estilo suyo tan agresivo siempre en modo ataque. Parece como si esta categoría estuviese hecha a su medida, a pesar de ser un novato que lleva apenas año y medio apeado de una Moto 3.

   Un modo que no pasó desapercibido por Crutchlow que no tardaba en manifestar del mallorquín que “iba como un loco, era un autentico cohete. Si sigue pilotando así cada fin de semana no durará mucho, pero ojo, se merece todo el respeto del mundo”. Unas declaraciones que no cayeron muy bien entre los seguidores de las RR.SS. debido a un titular de prensa un tanto capcioso y oportunista que dejó el enunciado inconcluso deliberadamente; algunos medios necesitan de la gasolina simplemente para mantener viva la llama de la polémica.

   Hablar de Yamaha y sus pilotos en el presente es hacerlo pensando en pasado. Mismo modus operandi al que ya nos tienen acostumbrados, intercambiando los papeles del reparto durante la representación de la obra.

   No hay manera de que Maverick Viñales (7º) refrende en carrera un buen resultado de calificación y esto se está convirtiendo en un mal endémico del que no parece tener antídoto para su cura. Todo lo contrario le sucede a Rossi (5º), que parece hallar el tónico en carrera con el que superar un desastroso sábado (modo “marmoteitor” en grado sumo).

   “Si me hubieras preguntado hace dos semanas, durante el test, me hubiera reído de la posibilidad de acabar entre los seis primeros, y mucho menos en el podio”, reconocía un feliz Cal Crutchlow después de conseguir “Catar” ese merecido podio en carrera. Además no dejaba de agradecer el buen trabajo realizado por su equipo durante su recuperación invernal, la misma que le ha servido para llegar en un estado optimo al comienzo de temporada; Cal has returned!!

   Pero sin duda los grandes damnificados del GP serían Fabio Quartararo (16) y Jack Miller (NC). El francés, después de un fin de semana de ensueño en la categoría grande, lograba salir en una inmejorable, y nada usual para un novato, quinta posición en parrilla. De no ser porque se vio obligado a partir el último desde el pit lane, debido a un problema con su moto, estoy seguro que habría dado guerra hasta el final, recordando hazañas pasadas de otro francés ilustre como Zarco en su primer día de clase.

   Sin embargo la incidencia más curiosa de la carrera fue la protagonizada por el australiano Miller, cuando arrancó la silleta de su Ducati y la lanzo fuera de su moto, justo cuando se encontraba luchando con los hombres de cabeza. Esto le hizo ir perdiendo tantas posiciones, que finalmente optaría por una retirada total. Como él mismo manifestaría al termino, “… una vez arranqué el asiento con él se fue el pegamento y la pintura, y quedó el carbono que hay debajo, que es como tener el culo sobre una barra de hielo. No tenemos control.”         

   Lo sucedido en Qatar es posible que no sirva de mucho en las carreras que quedan por venir. Este es un circuito muy particular, con unas condiciones únicas de luz y temperatura, y a lo que hay que sumarle que da comienzo la temporada. Todos estos ingredientes condicionan en cierta manera que buena parte de los pilotos evolucionen en la pista con una cierta cautela. Siempre se dice que el verdadero mundial comienza en Europa, pero a buen seguro que el periplo americano nos va a deleitar con carreras sorprendentes y no exentas de emoción. Se nos va a hacer largo. 


   Esperando Argentina.     






Miguel Ángel Eguía.


@eguiaonroad


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