Un año más da comienzo
el espectáculo. Un tiempo de espera que se ha hecho largo pero, lo que está por
llegar, a buen seguro que compensará con creces cualquier demora por tediosa o prolongada
que esta se haya hecho.
Es probable que pueda
parecer, a tenor de lo acontecido en este arranque de temporada, que no hay
nada nuevo bajo el sol… O dicho de otro modo, que todo vuelve a suceder de
nuevo bajo los luminosos del Circuito de Losail en Qatar (para mí el GP menos
vistoso).
Y de algún modo algo
hay de cierto, porque la carrera vivida en la categoría de Moto GP fue
calificada por muchos como un déjá vu; el día de la marmota; un guión con final
predecible… tan solo 27 milésimas eran las que separaban a Márquez de Dovicioso
cuando este entraba en meta en 2018 y, con apenas 4 menos, el italiano lograba este
año alzarse con una victoria que iba a resultar un calco de la anterior.
Incluso el tiempo total de carrera (42’36.902), fue prácticamente clonado por
Dovi en poco más de dos milésimas. Un nuevo final de infarto protagonizado por
los dos hombres más en forma de la categoría en la actualidad.
Es de agradecer el
empeño que ponen ambos en no dar su brazo a torcer, y esa actitud es la que
convierte este campeonato en una de las mejores series de suspense donde el
espectador queda enganchado a la espera de una nueva temporada. Esa misma
actitud es la que contagian al resto de pilotos de la parrilla haciendo que el
número de actores en la pelea, por lo menos durante gran parte de la carrera,
crezca en número.
Como hay que reconocer ese
pundonor, esa casta y las ganas que siempre pone Marc en todos los circuitos
aunque no le sean favorables. Nunca da por perdida una carrera y siempre tiene
que intentarlo, como él mismo declaraba al finalizar la carrera.
Pero antes de que los
focos en Losail apagaran los ecos de tan reñida victoria hasta la misma línea
de meta, se informaba sobre el hecho de que las fábricas presentes en la
categoría reina, habían apelado al alto comisionado de Dorna por denunciar
elementos aerodinámicos dentro del seno del equipo Ducati no conformes con el reglamento
técnico. Después de analizada y discutida, dicha denuncia fue rechazada. Ahora
la pelota se encuentra en la Corte de Apelación de la FIM, que debe fallar
sobre dicha denuncia y, de este modo, la victoria del italiano queda en suspenso
a la espera del resultado. Una nueva manera de actuar por parte de Dorna, ya
que este tipo de situaciones antes se resolvían de puertas para adentro sin
necesidad de apelar al máximo organismo federativo. Esperemos que este modo de proceder
tan novedoso, no se convierta a partir de ahora en una práctica habitual en
cada final de G.P. por el bien del espectáculo.
Lo que sí que ha
resultado novedoso en este comienzo espectacular, es el magnífico rendimiento
de los “Young Boys” del Suzuki ECSTAR, que se dejaron ver en la cabeza durante
gran parte de la prueba. Alex Rins, al que poco le falto para pisar cajón,
parece estar preparado para asumir esa candidatura al título y la Suzuki se
muestra como la herramienta necesaria para entrar en juego. Tanto Marc como
Dovi elogiaban el rapidísimo paso por curva del español, lo que hace pensar en una
excelente parte ciclo como complemento indispensable en el desarrollo de la
nueva montura de Hamamatsu; dicho detalle surgió a tenor de lo observado en
carrera por ambos pilotos.
Sin olvidar a Joan Mir,
que a buen seguro disfrutó como un enano cerca de tanta vaca sagrada de la
categoría reina, y que finalmente concluiría en una octava posición muy
batallada y a poco más de 5” del primero; es impresionante verle evolucionar
con la Moto GP y ese estilo suyo tan agresivo siempre en modo ataque. Parece como
si esta categoría estuviese hecha a su medida, a pesar de ser un novato que lleva
apenas año y medio apeado de una Moto 3.
Un modo que no pasó
desapercibido por Crutchlow que no tardaba en manifestar del mallorquín que “iba como un loco, era un autentico cohete.
Si sigue pilotando así cada fin de semana no durará mucho, pero ojo, se merece
todo el respeto del mundo”. Unas declaraciones que no cayeron muy bien
entre los seguidores de las RR.SS. debido a un titular de prensa un tanto
capcioso y oportunista que dejó el enunciado inconcluso deliberadamente; algunos
medios necesitan de la gasolina simplemente para mantener viva la llama de la
polémica.
Hablar de Yamaha y sus pilotos
en el presente es hacerlo pensando en pasado. Mismo modus operandi al que ya
nos tienen acostumbrados, intercambiando los papeles del reparto durante la
representación de la obra.
No hay manera de que
Maverick Viñales (7º) refrende en carrera un buen resultado de calificación y
esto se está convirtiendo en un mal endémico del que no parece tener antídoto
para su cura. Todo lo contrario le sucede a Rossi (5º), que parece hallar el
tónico en carrera con el que superar un desastroso sábado (modo “marmoteitor”
en grado sumo).
“Si me hubieras preguntado hace dos semanas, durante el test, me
hubiera reído de la posibilidad de acabar entre los seis primeros, y mucho
menos en el podio”, reconocía un feliz Cal Crutchlow después de conseguir
“Catar” ese merecido podio en carrera. Además no dejaba de agradecer el buen
trabajo realizado por su equipo durante su recuperación invernal, la misma que
le ha servido para llegar en un estado optimo al comienzo de temporada; Cal has
returned!!
Pero sin duda los
grandes damnificados del GP serían Fabio Quartararo (16) y Jack Miller (NC). El
francés, después de un fin de semana de ensueño en la categoría grande, lograba
salir en una inmejorable, y nada usual para un novato, quinta posición en parrilla.
De no ser porque se vio obligado a partir el último desde el pit lane, debido a
un problema con su moto, estoy seguro que habría dado guerra hasta el final,
recordando hazañas pasadas de otro francés ilustre como Zarco en su primer día
de clase.
Sin embargo la
incidencia más curiosa de la carrera fue la protagonizada por el australiano
Miller, cuando arrancó la silleta de su Ducati y la lanzo fuera de su moto,
justo cuando se encontraba luchando con los hombres de cabeza. Esto le hizo ir
perdiendo tantas posiciones, que finalmente optaría por una retirada total.
Como él mismo manifestaría al termino, “… una vez arranqué el asiento con él se
fue el pegamento y la pintura, y quedó el carbono que hay debajo, que es como
tener el culo sobre una barra de hielo. No tenemos control.”
Lo sucedido en Qatar es
posible que no sirva de mucho en las carreras que quedan por venir. Este es un
circuito muy particular, con unas condiciones únicas de luz y temperatura, y a
lo que hay que sumarle que da comienzo la temporada. Todos estos ingredientes
condicionan en cierta manera que buena parte de los pilotos evolucionen en la
pista con una cierta cautela. Siempre se dice que el verdadero mundial comienza
en Europa, pero a buen seguro que el periplo americano nos va a deleitar con
carreras sorprendentes y no exentas de emoción. Se nos va a hacer largo.
Esperando Argentina.
Miguel Ángel Eguía.
Miguel Ángel Eguía.
@eguiaonroad
Las opiniones expresadas en esta entrada son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista del resto de personas que visiten este blog. Gracias por perder un momento de tu tiempo en leerlo o por dejar tu comentario.
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