viernes, 20 de julio de 2018

THE SACHS9NKING.

               

   De nuevo lo ha vuelto a hacer y ya van 9. 9 sobre 9. Marc es dueño y señor del trazado aleman y no hay nadie que sea capaz de arrebatarle esa supremacía.


   Aún recuerdo la entrada que dediqué a Marc el pasado año a raíz de su octava victoria, gracias a la perfecta sintonía que el piloto de Honda parecía tener con este circuito. Titulada “Sachsenring: El pasillo de su casa”, quise que también sirviera de homenaje a otro gran piloto al cual se le daban de maravilla esa consecución de curvas a izquierdas. No podía ser otro que Niki Hayden, todo un especialista en carreras  de óvalos americanos, y al que Marc también quiso dedicar su victoria una vez se adueñó de ella. Un circuito muy particular al que Márquez tiene como el patio de su casa, que cuando llueve se moja, y que a pesar de ello, vence siempre a los demás.

   Pero, ¿cuál será el vínculo que une a esta pista tan especial –en muchos casos odiada y denostada por otros- con el bravo piloto español?

   Para empezar no queda otro remedio que intentar hacer analogía con otras dos en las que también se encuentra como pez en el agua. Motorland Aragón, donde lleva cuatro victorias (una en Moto 2 y tres en Moto GP), y Austin, donde lleva seis consecutivas todas ellas en Moto GP y desde 2013, año en que comenzó a celebrarse el G. P. Of The Americas en este escenario. Pero estas dos pistas, a priori, poco o nada tienen que ver con el corto circuito sajón donde existen un gran número de giros a la izquierda y cuenta con la velocidad media más baja de todos los que componen el mundial… ¿O sí?

          UN ESTILO DE MARCADO ADN OFF-ROAD.

   Aunque siendo honestos, habría que decir que no hay circuito que se le resista, ya que ha ganado en ‘casi’ todos (le falta Red Bull Ring) los que componen el calendario mundialista hasta la fecha. Pero de todos es sabido que Marc se encuentra muy a gusto en un trazado donde predominen los giros a izquierdas (dicho por él mismo) y el alemán en eso se sale, ya que de las trece curvas con las que cuenta este pequeño trazado, diez son en esa dirección. Creo que hay una particularidad más notoria dentro del estilo del piloto de Honda que le hace sentirse cómodo y que se desenvuelva con mayor soltura en las pistas que cuenten con grandes desniveles, cambios de dirección constantes y secciones con curvas lentas. Capaz de girar en una baldosa, su carácter agresivo y ese magnifico ingreso en curva, probablemente y como destaca el técnico Juan Martinez, el mejor de la categoría. Esa perfecta unión hombre-moto que le convierten en algo parecido a un centauro contemporáneo coexistiendo en perfecta armonía con la máquina; la moto es otro apéndice de su cuerpo. Un talento concebido para cualquier otra especialidad en la que se propusiese participar. Y en éstas incluyo cualquiera de las que le sirven como parte de su entrenamiento, Motocross o Dirt Track. Aunque si me apuras, y si lo practicase con asiduidad, apostaría que lo haría bien hasta en Trial. Todo es cuestión de que su compañero de marca Toni Bou se lo plantee y entrenen alguna jornada juntos. Aunque para ésta, halla casi que ser trialero de cuna para poder evolucionar con un mínimo de dignidad; Viñales o Jack Miller ya saben lo que el Trial les aporta a su pilotaje en pista.

   Es esa capacidad de Marc para pilotar en cualquier especialidad ‘fuera asfalto’, la que le hace sentirse como Pedro por su casa en secciones reviradas y lentas como las de Sachsenring. Le aporta una gran sensibilidad, equilibrio, fuerza, y prepara su  cuerpo para reaccionar en milésimas ante cualquier trallazo inesperado encima de su Moto GP. El esfuerzo físico que supone “pelearse” constantemente con una montura de MX en un circuito repleto de saltos dobles, secciones rizadas o grandes desniveles, pilotando siempre en el filo de una navaja, le aportan esa preparación física y mental que luego traslada a la competición real en la categoría reina, valga la redundancia.

          UNA TÉCNICA EN CONSTANTE EVOLUCIÓN.

   Ahora que aún resuenan los ecos sobre la retirada de Dani Pedrosa del Mundial de Moto GP como piloto en activo, donde un gran número de profesionales de toda índole lo reconocen como al más técnico en la historia del motociclismo, no negaré que son merecidas alabanzas las recibidas por el bravo piloto español, pero en nada puedo estar de acuerdo sobre acreditarle en solitario tal distinción. ¿Es menos técnico Marc por medir unos centímetros más, o por exhibir una conducción que en ciertas ocasiones pueda parecer anárquica? 

  Él. Que comenzó su andadura en la categoría reina llevando una moto de más de 250 CV y plagada de electrónica, como si llevase una Moto 2. Que ha traído un aire nuevo en su estilo de pilotar y de vivir las carreras. Que ha creado un método a la hora de salvar caídas en pista; un gato que siempre sabe caer de pie. Que ha estimulado la sed de victoria y la lucha al límite de pilotos olvidados ya en la cabeza de carrera. Que sabe reinventarse para adaptar su forma de preparar una carrera… Nunca puede ser menos técnico. Para mi es el más técnico de los que he conocido en mis años de seguimiento de este mundial.   

   Hasta ahora no he visto a otro piloto capaz de llevar una Moto GP aunque no tenga la puesta a punto deseada o su moto no sea la mejor de la parrilla. Rápidos dentro de la categoría haylos, y estas últimas temporadas hemos podido comprobarlo con carreras apretadísimas y con infinidad de adelantamientos. Jorge Lorenzo por ejemplo, del que este mismo año hemos sabido que formará equipo para la próxima temporada con Marc, es uno de los casos relevantes y reafirma lo que digo. Para mi es el piloto más capacitado para volver a arrebatar la corona al líder del campeonato en la actualidad, pero es hombre de gran paso por curva y finura que necesita tener un setting perfecto para poder demostrar que es piloto ganador, y no sólo en su montura, sino también en su cabeza. Su paso por Ducati nos lo ha demostrado recientemente, donde ha necesitado tirar de curiosos detalles como un apéndice en el depósito capaz de variar su volumen, sirviendo este para reposar algo más los brazos y evitar así que aparezca la fatiga de un modo prematuro. Solución que a priori puede parecer baladí y que para el piloto ha supuesto un gran paso para devolverle su confianza.  

   Pero sin alejarnos del caso que me trae a desempolvar de nuevo este blog, y ya para terminar sin aburrir mas allá de mil caracteres (creo que ya me he pasado), concluiré esta magna entrada destacando el arrojo y actitud que destila  siempre Marc y que le hacen merecedor de un estilo único, pero sin olvidarme que la belleza de este deporte estriba en la suerte de haber podido ver en pista a grandes pilotos como él, y que aunque sienta una especial predilección por su figura, siempre me quedaré con el espectáculo que últimamente nos brinda este Campeonato del Mundo con carreras apretadas, del que muy posiblemente, las futuras promesas puedan mirarse en el espejo de sus mayores y asegurarnos así el tremendo espectáculo del que somos espectadores.

   ¿Volverá Marc Márquez en 2019 a conquistar 'la decima’ y continuar siendo el dueño y Señor del Anillo Sajón? Seguro que la diversión estará asegurada.

   ¡Felices vacaciones!       


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   Miguel A. Eguía.

   @eguíaonroad