"...Más que lo que haya ocurrido en la pista, al final es lo que (Valentino) ha hecho fuera de ella; atacando tanto, haciendo creer a la gente cosas que no son y que ningún otro piloto ha visto excepto él. Al final, yo tengo la conciencia muy tranquila: siempre he dado el cien por cien y he hecho lo que creía debía hacer, en Phillip Island, en Japón o en Aragón. Siempre he intentado estar en lo alto del cajón".
Con estas declaraciones en rueda de prensa, Marc Marquez intentaba justificar por enésima vez, que los ataques verbales de Valentino hacia su persona acusándole de malas artes deportivas y apaños truculentos para que Lorenzo se llevase el mundial, no son nada mas que elucubraciones de un piloto que no ha encajado de manera deportiva la perdida de un titulo que, por otra parte, ya sabía perdido desde hace algunas carreras.
No voy a pasar a referir de nuevo lo que ya dije en la anterior entrada de este blog, sobre aquellas declaraciones de Rossi en rueda de prensa antes del GP de Malasia donde hablaba de un pacto tácito entre el mallorquín y el catalán y, que para mi, son la madre del cordero de lo que ha sucedido después; de aquellos polvos vienen estos lodos... lo que ya resulta cansino y estomagante, como dirían en mi pueblo, es que el italiano no pare de poner su ventilador esparce mierda cada vez que le ponen una 'alcachofa' delante. Y es lo que ha vuelto a suceder después del GP de Valencia haciendo que la afición vuelva a dividirse y tome partido por uno u otro piloto. Algunos de manera excesivamente fogosa e incendiaria en las redes sociales. Pero, ¿es posible que la verdad solamente esté del lado de uno de los pilotos?
En esta carrera a Marc se le había acusado de ser excesivamente conservador con su posición durante toda la prueba; y es que estamos muy habituados a ver como se las gasta el pequeño trueno de Cervera en pista. Muchos esperaban, al menos, que Marc hubiese podido incordiar al rápido Lorenzo en alguna ocasión. Yo el primero. Pero el ritmo que imprimió éste de principio a fin en la prueba fué tan alto que, en mi opinión, el catalán hubiese tenido que arriesgar en exceso llevándose puesto al de Yamaha con toda probabilidad de haberlo siquiera tocado. Eso abriría una nueva puerta a la polémica carrera de por si devaluada ya mediáticamente durante varias semanas. Por otra parte, de no haber tenido ese ritmo tan alto, estoy seguro que Marc habría ganado la carrera seguramente, ya que no era determinante que Jorge terminase primero para llevarse el campeonato y, creo honestamente, que a Marc tampoco le hubiese gustado este hecho. De ahí a ayudarle a ganar el campeonato de manera deliberada y pactada, va un mundo.
Ya conocemos la sabiduría del refranero español y como siempre sacamos alguna moraleja vital a muchas de sus expresiones. En la que sirve como titulo a mi entrada, a Valentino Rossi le viene como anillo al dedo, porque no se puede intentar sacar tanto beneficio a tamaña sarta de memeces, apoyándose en arreglos a dos bandos entre pilotos. En todos estos años siguiendo las carreras de GP (y son mas de 35) no había visto nada igual en mi vida. Estas artes infantiles a las que ha recurrido el italiano fuera de la pista, ha ganado a otras muchas en las que haya tenido con otros pilotos en su dilatada carrera mundialista; incluso pilotos con cierta personalidad cuando se bajaban de la moto y que sabían crear de manera hábil y torticera esa guerra de nervios fuera de pista para desestabilizar de manera clara una vez dentro.El caso de los Roberts o Spencer; Doohan y Rainey; el mismo Doohan y Criville... estos han sido unos santitos comparados con el 'bueno' de Rossi.
Rossi ha sembrado si... esparció deliberadamente la semilla en aquella rueda de prensa del jueves pre Malasia. Estuvo preparando ese cultivo horas antes para tener a punto el campo de batalla y asegurarse una cosecha final copiosa, que le reportase el beneficio en forma de titulo mundial sin excesivos riesgos. Pero las malas artes empleadas en la siembra de ese germen le han hecho recoger un fruto demasiado amargo. No contaba con la juventud y vehemencia de un piloto como Marc al que le gusta mas hablar dentro, que fuera de la pista. Y que no se doblega ante falacias y bolas de ningún otro piloto, aunque este sea el mismísimo y todopoderoso Valentino Rossi.
Después de todo esto si que ha conseguido recoger algo... Y ha sido crear un odio atroz por parte de un sector de la afición, gracias a esa fuerza mediática con la que cuenta, por la figura de un piloto que ha dado y dará muchos y buenos momentos a este deporte y que solo merece el respeto y la admiración de todos los que seguimos los GPs. Esperemos que todo este desaguisado quede en el olvido y podamos seguir disfrutando de carreras entretenidas y apasionantes el próximo año... pero dentro de la pista. Como gran aficionado lo deseo.
Las opiniones expresadas en esta entrada son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista del resto de personas que visiten este blog. Gracias por perder un momento de tu tiempo en leerlo o por dejar tu comentario.
Miguel A. Eguía
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