miércoles, 8 de marzo de 2017

REGRESO AL PASADO.

   Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor y, aunque para cualquier profesional la evolución se encuentra siempre dentro de su lista de prioridades, es inevitable que al final pueda encontrar piedras que hagan más difícil su camino hacia la gloria. Pero una cosa es volver la vista atrás y, dar marcha atrás, otra bien distinta.


    

    DANI PEDROSA: ¿de regreso al pasado?

   Después de debutar en 2001 en el Mundial de 125 y conseguir su máximo entorchado de la categoría en 2003, las expectativas de Dani Pedrosa para la cilindrada de los 250 eran de lo más prometedoras. Quién lo diría cuando cinco días después de ver su primera corona mundialista, ya en los ensayos previos del GP de Australia, sufriría un accidente que lo iba a dejar en dique seco y prácticamente sin pretemporada. 

   Apenas dos entrenamientos IRTA después, se encargarían de dar paso a un triunfo sin discusión en la primera carrera de la temporada ’04 tras una larga y angustiosa rehabilitación. Todo un milagro por el que no hubiesen apostado ni su equipo, ni el propio Dani. Sólo ver la cara de asombro de un Alberto Puig emocionado al finalizar la carrera en el circuito sudafricano de Welkom, que mostraba a las claras la épica conseguida por el menudo piloto español. El veni, vidi, vinci logrado por el pupilo de Alberto, gracias a las siete victorias, cinco segundos, un tercero y dos cuartos, le hicieron ser claro merecedor ese año de su primer título de la categoría intermedia. Una situación que se volvería análoga al año siguiente repitiendo de nuevo entorchado. No sin dificultades desde luego, ya que los nuevos rookies de la categoría, Stoner –segunda vez como rookie de 250-, Dovicioso o Lorenzo no se lo pondrían nada fácil. Eso hizo que las apuestas para confiar en el buen hacer como piloto de Moto GP subieran de cara al año 2006.

   EL NUEVO EXTRATERRESTRE DE MGP.

   Es innegable que los números de Dani en estos 10 años en la categoría máxima le aúpan a los puestos de honor de los mejores pilotos de la cilindrada reina del mundial. Con una media de más de 10 podios por temporada -103-, 29 victorias, 28 poles y con una posición final de 3 subcampeonatos, 3 terceros y 3 cuartos, donde sólo rompe esa estadística regular su peor temporada: la pasada, con un sexto y la de su debut con un quinto puesto. Es cierto que para muchas voces críticas esta trayectoria parece insuficiente al no haber podido ser rematada con un titulo, y se antoja insuficiente después de tantos años en Moto GP; 
además ha tenido la mala suerte de coincidir en pista con genios como Valentino, Stoner, Lorenzo y en esta última etapa con Marc Marquez. Pero creo que esas mismas voces  no pensarían lo mismo al verle el día de su debut en el G. P. de España ’06 de Jerez. El año en que nace un nuevo extraterrestre en Moto GP. Un año al que Dani debería regresar mentalmente en la actualidad si desea tener esas sensaciones de piloto con frescura y hambre de título.

   Esa primera carrera de Jerez fue la carta de presentación del joven aspirante que ya en los entrenamientos enseñaba por donde podían ir los tiros. Una lógica mala salida le situaría séptimo del pelotón, pero ocho vueltas le bastaron para colocarse en una increíble segunda posición tras el italiano Capirossi, que poco a poco iba viendo como el pequeño, pero bravo piloto, reducía distancia respecto a él. Dos décimas en el giro 17 llegarían a ser la menor de las diferencias entre los dos pilotos, pero el agotamiento físico y el escaso conocimiento con la gestión de los neumáticos en carrera, le harían conformarse con una plaza que llevaba implicito un claro sabor a victoria. Fue a partir de entonces cuando la prensa especializada no se cansaba de alabar las dotes innatas de un piloto que había desechado cualquier periodo de adaptación en la categoría, evolucionando en la pista con la insolencia de un novato sobrado de una gran técnica, al que sólo le bastaría algo de experiencia y tiempo para llegar a ser campeón de la categoría reina.

   Casi vuelve a hacerlo de nuevo. Estuvo a punto de repetir victoria siendo debutante de una categoría. Pero esto es Moto GP. Aquí se necesita mucho tiempo para adaptarse a una máquina de 144 kilos y más de 200 cv. Electrónica, neumáticos, suspensiones al límite; demasiada información. Es lo que parece ocurrir en las dos siguientes citas, con un quinto y un decimocuarto puesto. Cuesta poco darse con la realidad de bruces, pero aún con todo, iba a ser en el rápido circuito de Shanghai en China donde Pedrosa lograría su primera victoria. Una victoria que llegaría después de su primera pole.

   La siguiente carrera de Le Mans sería la del esperado duelo entre Rossi y Dani. Un duelo que comenzaría en la vuelta tres para finalizar en la veintiuno por la rotura del motor de la Yamaha del italiano. Hasta ese momento la lucha en la cabeza llegaría a ser muy emocionante, viendo como el debutante intentaba poner las cosas difíciles a toda una “vaca sagrada” como Valentino. Finalmente Pedrosa tendría que conformarse con un tercero tras Capi y Melandri, debido a la elección de un neumático blando frente al duro elegido por los italianos. Pero ahí quedó el sello y la genialidad del catalán que poco a poco se iba codeando con los jefes de la clase. Esta gesta quedaría refrendada una vez más en forma de victoria cuatro carreras después y en el British Grand Prix de Donington Park, donde conseguiría por vez primera, además de la victoria, pole, vuelta rápida y record del circuito.



   La recuerdo como una de las carreras más emocionantes de la temporada y donde Dani no se reservó absolutamente nada, mostrando un talante efectivo y concentrado; apretando hasta el final y dejando una diferencia con el segundo, Valentino Rossi –primer podio juntos-, de más de tres segundos. Ignoro si influiría en modo alguno el tirón de orejas que Alberto Puig –según parece- le dio por su excesivo conservadurismo en la anterior carrera de Assen. Algo de lo que Alberto ya le tacha en la actualidad. Pero el caso es que, de ser cierto, a Dani le salió una jornada casi redonda. Y es que los adelantamientos continuaban siendo su dolor de cabeza, donde todavía le costaba mucho pasar a otros pilotos. En este caso sería con su “hueso” de la categoría, Marco Melandri, que durante gran parte de la prueba le tuvo desesperado intentando buscar un hueco para pasarle. Impresionantes esas apuradas del español en Melbourne Hairpin, donde una y otra vez le ganaba el interior el trasalpino para entrar en Goddards. Pero Dani estaba enchufado y nadie le iba a aguar la fiesta. Tirando de genialidad y en un descuido del italiano, al que se le olvida cerrar la puerta, consigue pasarle al final de la recta Dunlop. A partir de ese momento es cuando se pone a tirar como un poseso, espoleado por su equipo en el muro que le engaña mostrándole una diferencia menor con respecto a su perseguidor. El resto es un paseo en solitario hasta la meta. Había ganado un nuevo Dani con mucho más arrojo y determinación, aunque él mismo reconociera a los medios que seguía siendo el mismo de principio de temporada.   



   La mordida de puntos con respecto a Hayden en esa carrera -16- llega a ser tan importante que Pedrosa consigue situarse segundo en la tabla a 26 puntos del americano que en esa prueba no pudo pasar del séptimo puesto. Quitando la siguiente carrera de Alemania, donde Valentino consigue llevar a duras penas a su Yamaha a la primera posición y así recuperar el segundo en la tabla, Pedrosa consigue enlazar tres carreras en el podio. USA, donde consigue un segundo currado a la perfección por la dificultad que entraña para un novato ese trazado. Republica Checa porque es ahí donde comienzan las primeras hostilidades con Rossi en carrera, comprobando como se las gasta el italiano cuando le aprietan las clavijas y Malaysia, donde vemos por primera vez la casta de un piloto con clase que no se arruga ante el dolor, consiguiendo un merecidísimo podio después de su grave caída del viernes en entrenamientos y, que lejos de haber causado baja, consigue hacer de tripas corazón subiendo, aunque con dificultades, al tercer peldaño del cajón. De este modo logra afianzarse de nuevo en la segunda plaza de la clasificación general a tan solo 22 puntos de Nicky, por lo que el mundial se encuentra a tiro y con muchas posibilidades de ganarlo en su primer año de concurso. Pero nada más lejos que la distancia en kilómetros que separan al país asiático de la península.     

   La lluvia del G.P. de Australia en Philip Island iba a resultar el primero de los escollos para las aspiraciones al título del español, que tiene que conformarse con un solo punto después de ver como su mosca –¡ejeem!- de la temporada, Marco Melandri, consigue la victoria y Rossi queda tercero, por lo que aúpa a los italianos al tercero –empatado con Dani- y segundo respectivamente de la tabla. Para colmo de males, al fiasco australiano se sumaría la carrera del Twin Ring Motegi, donde no pasaría de una séptima posición final, más por una moto que no se encontraría 100% a gusto del piloto, que por las heridas de su caída pasada, de las que según Alberto, ya se encontraba bastante repuesto. Eso le deja en una delicada quinta posición a 34 de la cabeza, aunque con 50 puntos en juego, todavía con aspiraciones. Las mismas que desaparecerían de un plumazo en el G.P. de Portugal.




   En las cuatro carreras posteriores a Laguna Seca, Nicky Hayden fue incapaz de quedar por delante de Rossi. Eso hizo que llegados a Estoril la diferencia con el italiano menguara hasta situarse a tan sólo doce puntos del norteamericano. El trazado luso se convertiría así en el escenario propicio para que “Il Dottore” iniciase una ofensiva a modo de guerra psicológica, invitando a muchos pilotos a que se unieran a la fiesta y colocar así un mayor número de aliados entre él y Hayden. No sé si esta guerra de nervios fue la causante, pero no se le pudo poner más de cara al italiano, que salía líder de la contienda debido a un exceso de fogosidad de Pedrosa, que en una frenada al límite terminaría llevándose a su compañero de equipo. Al momento se hace un silencio enorme en el equipo HRC que no se explican lo que están viendo, mientras se mezclan las imágenes de un Nicky jurando en arameo saliendo a pie de la grava y al fondo Pedrosa moviendo la cabeza y sin atreverse a dirigir ni una disculpa… ¡Menudo trago! Que un compañero de equipo tire a otro que se encuentra en una destacada posición para llevarse un mundial… ¡es muy fuerte!

   Por suerte hay circunstancias en que el destino es justo y la fortuna aliada. En esta ocasión lo fue con el norteamericano, devolviéndole un título del que para mí fue justo merecedor ese año, pese a que existieron voces discordantes al respecto. ¿Hay alguna clausula en el reglamento que prohíba dar un campeonato al piloto más regular? Y creo que de alguna forma Pedrosa también respiró aliviado al ver el mundial en su bolsillo después de haber cometido ese error tan tremendo.

               EL ESPIRITU 0.6

   Yo me pregunto ¿qué habría pasado de no haber caído Dani en Malaysia y de no correr pasado por agua en Australia? Hoy estaríamos hablando probablemente de su primer título en Moto G.P. y el primero de un piloto español. Pero eso simplemente es teorizar por no callar. La realidad es que Pedrosa necesita recuperar el espíritu de 2006, no porque fuera la mejor de sus temporadas, ya que 2012 y 2013 llegaron a ser de las más productivas, con quince –de ellos siete victorias- y trece podios respectivamente, sino porque fue el momento en que demostró que su trayectoria iba creciendo a la vez que su talento. Aún y a pesar de los errores de novato que lógicamente cometió, la frescura y ansia de ese piloto que se come la pista, tienen que regresar a su patente genética como “chico maravilla” de la categoría. Creo que tiene un escenario privilegiado para poder demostrarlo en esta temporada que llega. Necesita imperiosamente dar ese golpe definitivo en la mesa.

   Y en ese objetivo tan sólo Marquez puede ser su principal opositor, por repetir equipo y moto al encontrarse en un estado de forma superior al resto. Los demás pilotos punteros también pueden llegar a serlo pero tienen alguna dificultad añadida: Rossi su edad; Lorenzo el cambio a una moto nueva y con interrogantes; a Dovizioso le falta algo… ¿alma, esencia… ?; Maverick podría dar la campanada, por talento, moto y ganas, aunque todo es nuevo para él; Crutchlow demasiado irregular –de momento-. Y al resto no los veo con posibilidades de ganar un mundial, aunque si para ganar carreras.


   ¿Será capaz Pedrosa de regresar al pasado y apelar al Espíritu 0.6? Veremos...


Miguel A. Eguía. 
@eguíaonroad




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