Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor y, aunque para cualquier
profesional la evolución se encuentra siempre dentro de su lista de prioridades,
es inevitable que al final pueda encontrar piedras que hagan más difícil su
camino hacia la gloria. Pero una cosa es
volver la vista atrás y, dar marcha atrás, otra bien distinta.
DANI PEDROSA: ¿de regreso al pasado?
Después de debutar en 2001
en el Mundial de 125 y conseguir su máximo entorchado de la categoría en 2003,
las expectativas de Dani Pedrosa para la cilindrada de los 250 eran de lo más
prometedoras. Quién lo diría cuando cinco días después de ver su primera corona
mundialista, ya en los ensayos previos del GP de Australia, sufriría un
accidente que lo iba a dejar en dique seco y prácticamente sin pretemporada.
Apenas dos entrenamientos IRTA después, se encargarían de dar paso a un triunfo sin discusión en la
primera carrera de la temporada ’04 tras una larga y angustiosa rehabilitación.
Todo un milagro por el que no hubiesen apostado ni su equipo, ni el propio Dani.
Sólo ver la cara de asombro de un Alberto
Puig emocionado al finalizar la carrera en el circuito sudafricano de
Welkom, que mostraba a las claras la épica conseguida por el menudo piloto español. El veni, vidi, vinci
logrado por el pupilo de Alberto, gracias a las siete victorias, cinco
segundos, un tercero y dos cuartos, le hicieron ser claro merecedor ese año de
su primer título de la categoría intermedia. Una situación que se volvería análoga al año siguiente repitiendo de nuevo entorchado. No sin dificultades desde luego, ya que
los nuevos rookies de la categoría, Stoner –segunda vez como rookie de 250-,
Dovicioso o Lorenzo no se lo pondrían nada fácil. Eso hizo que las apuestas para
confiar en el buen hacer como piloto de Moto GP subieran de cara al año 2006.
EL NUEVO EXTRATERRESTRE DE
MGP.
Es innegable que los números de Dani en estos
10 años en la categoría máxima le aúpan a los puestos de honor de los mejores
pilotos de la cilindrada reina del mundial. Con una media de más de 10 podios
por temporada -103-, 29 victorias, 28 poles y con una posición final de 3 subcampeonatos,
3 terceros y 3 cuartos, donde sólo rompe esa estadística regular su peor
temporada: la pasada, con un sexto y la de su debut con un quinto puesto. Es
cierto que para muchas voces críticas esta trayectoria parece insuficiente al
no haber podido ser rematada con un titulo, y se antoja insuficiente después de
tantos años en Moto GP;
además ha tenido la mala suerte de coincidir
en pista con genios como Valentino, Stoner, Lorenzo y en esta última etapa con
Marc Marquez. Pero creo que esas mismas voces no pensarían lo mismo al verle
el día de su debut en el G. P. de España ’06 de Jerez. El año en que nace un
nuevo extraterrestre en Moto GP. Un año
al que Dani debería regresar mentalmente en la actualidad si desea tener esas
sensaciones de piloto con frescura y hambre de título.
Esa primera carrera de
Jerez fue la carta de presentación del joven aspirante que ya en los
entrenamientos enseñaba por donde podían ir los tiros. Una lógica mala salida
le situaría séptimo del pelotón, pero ocho vueltas le bastaron para colocarse
en una increíble segunda posición tras el italiano Capirossi, que poco a poco
iba viendo como el pequeño, pero bravo piloto, reducía distancia respecto a él.
Dos décimas en el giro 17 llegarían a ser la menor de las diferencias entre los
dos pilotos, pero el agotamiento físico
y el escaso conocimiento con la gestión de los neumáticos en carrera, le harían
conformarse con una plaza que llevaba implicito un claro sabor a victoria. Fue a partir
de entonces cuando la prensa especializada no se cansaba de alabar las dotes innatas
de un piloto que había desechado cualquier periodo de adaptación en la
categoría, evolucionando en la pista con la insolencia de un novato sobrado de
una gran técnica, al que sólo le bastaría algo de experiencia y tiempo para
llegar a ser campeón de la categoría reina.
Casi vuelve a hacerlo de
nuevo. Estuvo a punto de repetir victoria siendo debutante de una categoría.
Pero esto es Moto GP. Aquí se necesita mucho tiempo para adaptarse a una
máquina de 144 kilos y más de 200 cv. Electrónica, neumáticos, suspensiones al
límite; demasiada información. Es lo que parece ocurrir en las dos siguientes
citas, con un quinto y un decimocuarto puesto. Cuesta poco darse con la
realidad de bruces, pero aún con todo, iba a ser en el rápido circuito de Shanghai
en China donde Pedrosa lograría su
primera victoria. Una victoria que llegaría después de su primera pole.
La siguiente carrera de Le
Mans sería la del esperado duelo entre Rossi y Dani. Un duelo que comenzaría en
la vuelta tres para finalizar en la veintiuno por la rotura del motor de la
Yamaha del italiano. Hasta ese momento la lucha en la cabeza llegaría a ser muy
emocionante, viendo como el debutante intentaba poner las cosas difíciles a
toda una “vaca sagrada” como Valentino. Finalmente Pedrosa tendría que
conformarse con un tercero tras Capi y Melandri, debido a la elección de un
neumático blando frente al duro elegido por los italianos. Pero ahí quedó el
sello y la genialidad del catalán que poco a poco se iba codeando con los jefes
de la clase. Esta gesta quedaría refrendada una vez más en forma de victoria
cuatro carreras después y en el British Grand Prix de Donington Park, donde
conseguiría por vez primera, además de la victoria, pole, vuelta rápida y
record del circuito.
La recuerdo como una de las
carreras más emocionantes de la temporada y donde Dani no se reservó
absolutamente nada, mostrando un talante efectivo y concentrado; apretando
hasta el final y dejando una diferencia con el segundo, Valentino Rossi –primer
podio juntos-, de más de tres segundos. Ignoro si influiría en modo alguno el tirón de orejas que Alberto Puig –según
parece- le dio por su excesivo conservadurismo en la anterior carrera de Assen. Algo de lo que Alberto ya le tacha en la actualidad. Pero el caso es que, de
ser cierto, a Dani le salió una jornada casi redonda. Y es que los
adelantamientos continuaban siendo su dolor de cabeza, donde todavía le costaba
mucho pasar a otros pilotos. En este caso sería con su “hueso” de la categoría, Marco Melandri, que durante gran
parte de la prueba le tuvo desesperado intentando buscar un hueco para pasarle.
Impresionantes esas apuradas del español en Melbourne Hairpin, donde una y otra
vez le ganaba el interior el trasalpino para entrar en Goddards. Pero Dani
estaba enchufado y nadie le iba a aguar la fiesta. Tirando de genialidad y en
un descuido del italiano, al que se le olvida cerrar la puerta, consigue pasarle al final de la recta Dunlop.
A partir de ese momento es cuando se pone a tirar como un poseso, espoleado por
su equipo en el muro que le engaña mostrándole una diferencia menor con
respecto a su perseguidor. El resto es un paseo en solitario hasta la meta.
Había ganado un nuevo Dani con mucho más arrojo y determinación, aunque él
mismo reconociera a los medios que seguía siendo el mismo de principio de
temporada.
La mordida de puntos con
respecto a Hayden en esa carrera -16- llega a ser tan importante que Pedrosa
consigue situarse segundo en la tabla a 26 puntos del americano que en esa
prueba no pudo pasar del séptimo puesto. Quitando la siguiente carrera de
Alemania, donde Valentino consigue llevar a duras penas a su Yamaha a la
primera posición y así recuperar el segundo en la tabla, Pedrosa consigue
enlazar tres carreras en el podio. USA, donde consigue un segundo currado a la
perfección por la dificultad que entraña para un novato ese trazado. Republica
Checa porque es ahí donde comienzan las primeras hostilidades con Rossi en
carrera, comprobando como se las gasta el italiano cuando le aprietan las
clavijas y Malaysia, donde vemos por primera vez la casta de un piloto con
clase que no se arruga ante el dolor, consiguiendo un merecidísimo podio
después de su grave caída del viernes en entrenamientos y, que lejos de haber causado
baja, consigue hacer de tripas corazón subiendo,
aunque con dificultades, al tercer peldaño del cajón. De este modo logra
afianzarse de nuevo en la segunda plaza de la clasificación general a tan solo
22 puntos de Nicky, por lo que el mundial se encuentra a tiro y con muchas
posibilidades de ganarlo en su primer año de concurso. Pero nada más lejos que
la distancia en kilómetros que separan al país asiático de la península.
La lluvia del G.P. de
Australia en Philip Island iba a resultar el primero de los escollos para las
aspiraciones al título del español, que tiene que conformarse con un solo punto
después de ver como su mosca –¡ejeem!- de la temporada, Marco Melandri, consigue la victoria y Rossi queda tercero, por lo
que aúpa a los italianos al tercero –empatado con Dani- y segundo
respectivamente de la tabla. Para colmo de males, al fiasco australiano se
sumaría la carrera del Twin Ring Motegi,
donde no pasaría de una séptima posición final, más por una moto que no se
encontraría 100% a gusto del piloto, que por las heridas de su caída pasada, de
las que según Alberto, ya se encontraba bastante repuesto. Eso le deja en una
delicada quinta posición a 34 de la cabeza, aunque con 50 puntos en juego, todavía
con aspiraciones. Las mismas que desaparecerían de un plumazo en el G.P. de
Portugal.
En las
cuatro carreras posteriores a Laguna Seca, Nicky Hayden fue incapaz de quedar
por delante de Rossi. Eso
hizo que llegados a Estoril la diferencia con el italiano menguara hasta
situarse a tan sólo doce puntos del norteamericano. El trazado luso se
convertiría así en el escenario propicio para que “Il Dottore” iniciase una
ofensiva a modo de guerra psicológica, invitando a muchos pilotos a que se
unieran a la fiesta y colocar así un mayor número de aliados entre él y Hayden.
No sé si esta guerra de nervios fue la causante, pero no se le pudo poner más
de cara al italiano, que salía líder de la contienda debido a un exceso de
fogosidad de Pedrosa, que en una frenada al límite terminaría llevándose a su
compañero de equipo. Al momento se hace un silencio enorme en el equipo HRC que
no se explican lo que están viendo, mientras se mezclan las imágenes de un
Nicky jurando en arameo saliendo a pie de la grava y al fondo Pedrosa moviendo
la cabeza y sin atreverse a dirigir ni una disculpa… ¡Menudo trago! Que un
compañero de equipo tire a otro que se encuentra en una destacada posición para
llevarse un mundial… ¡es muy fuerte!
Por suerte hay circunstancias
en que el destino es justo y la fortuna aliada. En esta ocasión lo fue con el
norteamericano, devolviéndole un título del que para mí fue justo merecedor ese
año, pese a que existieron voces discordantes al respecto. ¿Hay alguna clausula
en el reglamento que prohíba dar un campeonato al piloto más regular? Y creo que de alguna forma Pedrosa también
respiró aliviado al ver el mundial en su bolsillo después de haber cometido ese
error tan tremendo.
EL ESPIRITU
0.6
Yo me pregunto ¿qué habría
pasado de no haber caído Dani en Malaysia y de no correr pasado por agua en Australia?
Hoy estaríamos hablando probablemente de su primer título en Moto G.P. y el
primero de un piloto español. Pero eso simplemente es teorizar por no callar.
La realidad es que Pedrosa necesita recuperar el espíritu de 2006, no porque
fuera la mejor de sus temporadas, ya que 2012 y 2013 llegaron a ser de las más
productivas, con quince –de ellos siete victorias- y trece podios
respectivamente, sino porque fue el momento en que demostró que su trayectoria
iba creciendo a la vez que su talento. Aún y a pesar de los errores de novato
que lógicamente cometió, la frescura y ansia de ese piloto que se come la
pista, tienen que regresar a su patente genética como “chico maravilla” de la
categoría. Creo que tiene un escenario privilegiado para poder demostrarlo en
esta temporada que llega. Necesita imperiosamente dar ese golpe definitivo en
la mesa.
Y en ese objetivo tan sólo Marquez puede ser su principal
opositor, por repetir equipo y moto al encontrarse en un estado de forma
superior al resto. Los demás pilotos punteros también pueden llegar a serlo
pero tienen alguna dificultad añadida: Rossi su edad; Lorenzo el cambio a una
moto nueva y con interrogantes; a Dovizioso le falta algo… ¿alma, esencia… ?;
Maverick podría dar la campanada, por talento, moto y ganas, aunque todo es
nuevo para él; Crutchlow demasiado irregular –de momento-. Y al resto no los
veo con posibilidades de ganar un mundial, aunque si para ganar carreras.
¿Será capaz Pedrosa de
regresar al pasado y apelar al Espíritu 0.6? Veremos...
Miguel A. Eguía.
@eguíaonroad
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